Imprimir esta página

La Muralla en la mirada. Crónica 4. Vivid dichosos, que ya vuestra fortuna se acabó

04Azorín, como tantos otros artistas e intelectuales, admiró las fotos de Jean Laurent (1816-1892) y las utilizó como fuente de inspiración de su obra literaria. Así, en Castilla (1912) escribió sobre Ávila: "¿No habéis visto esas fotografías de ciudades españolas que en 1870 tomó Laurent? Ya están casi desteñidas, amarillentas; pero esa vetustez les presta un encanto indefinible.


Una de esas vistas panorámicas es la de nuestra ciudad; se ve una extensión de tejadillos, esquinas, calles, torrecillas, solanas, cúpulas; sobre la multitud de edificaciones heteróclitas, descuella airosa la catedral ( ). Allí donde está la catedral, donde se hallan sepultados guerreros y teólogos, dos mil años antes un romano acaso recitara unos versos de Virgilio: Hos ego digrediens lacrimis adfabar abortis (yo, desviándome, les hablaba sin poder detener las lágrimas que me venían a los ojos: Vivid dichosos, que ya vuestra fortuna se acabó; mas o nosotros unos hados malos nos traspasan a otros peores”.

Laurent, Fotógrafo de S.M. la Reina y de SS. AA. RR. Los Sermos. Infantes de España, fue quizás el fotógrafo más importante e influyente en la España del siglo XIX. Entre las fotografías tomadas en su visita a Ávila en 1864 sobresalen varias vistas de la muralla, de la puerta del Alcázar, del Ábside de la Catedral, de la puerta de San Vicente, una vista general del recinto amurallado y otra panorámica doble de toda la ciudad. También destacamos en esta ocasión una vista estereoscópica, entre otras, en la cual se observa el monumento de los Cuatro Postes ocupando el centro de la imagen con las murallas al fondo, pudiéndose también ver a un lado el carrito fotográfico con el que se desplazaba Laurent, foto de igual interés que las estereoscópicas que hizo del ábside de la catedral y del lienzo norte de a muralla.

A estas primeras visitas sucedieron otras que sirvieron para ampliar y enriquecer un catálogo que en 1873 llegaba a los 6.340 negativos, en el que Ávila ya aparecía con 26 imágenes, ocupando un lugar destacado junto a El Escorial, Valladolid, Burgos, Vitoria, Toledo, Córdoba, Sevilla y Granada, según se publicitaba entonces. La sociedad fotográfica creada por Laurent en 1874 con el nombre de Laurent & Cía para comercializar los miles de negativos que poseía de toda España proporcionó sus clichés de vistas de Ávila y sus monumentos a todo tipo de guías y publicaciones, siendo utilizadas por Meisenbach para la edición de 1886 de la obra de José Mª Quadrado España: sus monumentos y artes, su naturaleza e historia. Las mismas imágenes se incluyeron en la Guía del viajero en Ávila (1886) de Emilio Valverde y Álvarez, obra impresa por Abdón Santiuste, domiciliado en la Calle Caballeros 2, de Ávila, quien era a la vez el depositario en la capital del fondo fotográfico de Laurent.

Las fotografías abulenses de Laurent se reprodujeron también en grabados de Bernardo Rico aparecidos en la Ilustración Española y Americana, principalmente durante 1882, para lo que se utilizaron las mismas planchas de las fotos, y durante 1886 en el coleccionable Panorama Nacional que editaba en Barcelona Enrique Miralles. Más aún, dichas fotografías fueron reproducidas en La Crónica General de Ávila que dibujó Joaquín Sierra y escribió Fernando Fulgosio en 1870, y en la Descripción e Historia Política, Eclesiástica y Monumental de Ávila (1890) de Valentín Picatoste. A partir de aquí, la ciudad histórica y monumental de Ávila se identificará con la imagen panorámica tomada por Laurent desde el paraje de los Cuatro Postes, y así se divulgará en numerosas publicaciones. Finalmente, el importante fondo fotográfico creado por Laurent a lo largo de cuarenta años (hasta 1893, aproximadamente) siguió difundiéndose a través de las tarjetas postales que imprimieron la Fototipia Laurent (1901) y su sucesora la Fototipia Lacoste (1902). Con todo, Ávila y su muralla serán identificados con estas imágenes a lo largo de casi un siglo, como si en todo este tiempo la ciudad apenas hubiera evolucionado.

El creciente interés por la contemplación de nuestras ciudades a través de la imagen fotográfica, lo que permitía mantener vivo su recuerdo y disfrutar del mismo, había abierto buenas posibilidades de negocio para los fotógrafos, como demostró la empresa Laurent. Sin embargo, los fotógrafos españoles apenas se aventuraron en esta tarea comercial de hacer y vender fotografías artísticas. Por ello, hay que destacar el trabajo del fotógrafo toledano Casiano Alguacil (1832-1914), quien inició en 1866 la publicación de su obra Museo Fotográfico-Monumentos Artísticos de España, incluyendo también retratos de celebridades y tipos populares. Con este motivo Alguacil recorrió la ciudad de Ávila tomando casi un centenar de fotografías, destacando ahora los retratos de la Puerta del Alcázar, San Vicente, el ábside de la catedral y la ciudad amurallada vista desde los Cuatro Postes, donde ya se observa restaurado el cuarto cubo por la esquina derecha de la muralla. El almenado de la puerta de San Vicente aparece ya reformado, obra que se hizo en 1876, fecha que nos permite aproximarnos al año en que se hizo la fotografía.

En el último cuarto del siglo XIX ya se había instalado en Ávila el estudio fotográfico de los Hermanos José y Francisco Núñez “Torrón”, los fotógrafos abulenses por excelencia, originarios de Galicia. En 1882, coincidiendo con el tercer centenario de la muerte de Teresa de Jesús, hicieron un álbum en recuerdo de la ciudad formado por veinticuatro vistas de monumentos y de imágenes de Santa Teresa de Jesús que todavía conserva su excelente calidad original. Los Hermanos “Torrón” se dedicaron principalmente al retrato y fotos de estudio, con gabinete en la calle Isaac Peral, y fueron durante décadas los únicos fotógrafos profesionales establecidos en la ciudad de forma permanente y continuada. En el álbum de 1882 se recogen varias vistas de la ciudad amurallada tomadas desde los Cuatro Postes y desde la antigua carretera de Salamanca, en las que la muralla aparece al fondo como parte inseparable de Ávila envuelta en una pátina sepia. Las puertas del Alcázar y de San Vicente son otros dos motivos interesantes de la cerca, y mientras en la primera todavía aparecen las almenas desmoronadas en la segunda se acaba de producir una reciente reforma que servirá de modelo posterior.

(Jesús Mª Sanchidrián Gallego)

(Foto: Vista general. Jean Laurent, hacia 1869)

Visto 1537 veces