
En el primer tercio del siglo XX, la ciudad de Ávila y su muralla se convirtieron para el movimiento pictorialista español en uno de sus mejores escenarios. Esta corriente fotográfica tenía como objetivo la búsqueda de la belleza con intención de reivindicar los valores artísticos, de ahí el origen del término pictorialismo, proveniente de la expresión inglesa “pictorial photography” que significa fotografía artística, con lo que se pretende decir que la fotografía es un arte, igual que la pintura y el grabado Los pictorialistas conciben las fotografías como cuadros, donde las imágenes adquieren valores plásticos y texturas propios a través de procesos pigmentarios con retoques del autor.
A la vista de la afluencia de fotógrafos transeúntes que llegan de Madrid, e incluso de otros países, como hemos podido observar hasta ahora, sorprende que a los fotógrafos locales no les interese la fotografía monumental o de reportaje.
Por esto mismo, es digno destacar la colaboración artística del fotógrafo abulense Julián Fuentetaja “Jaulat” en el interesante monográfico de José Mayoral Fernández titulado Ávila. Sta. Teresa.

El proyecto denominado "Recuperación, ajardinamiento y acondicionamiento integral de El Pradillo" ha sido el ganador de los Presupuestos Participativos 2021 del Ayuntamiento de Ávila.
Ya en el siglo XX, causaron especial eco los reportajes fotográficos con vistas de la muralla de Ávila publicados en el periódico Nuevo Mundo (1902 y 1904), con fotografías de Narciso Clavería, Redondo de Zúñiga, y de Campúa; en la revista ilustrada La Esfera (1914-1931), donde sobresalen las fotografías de la muralla de Ávila realizadas por Laurent, Hielscher, Wunderlich, el Conde de la Ventosa, Hernández Briz, Antonio Bonilla, Mayoral, Olmedo y Ortega, y Rueda; en Mundo Gráfico (1919), con fotografía de Luís R. Alonso; en Blanco y Negro (1926 y 1928), con textos de José Mayoral Fernández y fotos de Fernando López Beaubé y Mayoral; y en la revista gráfica Estampa (1928-1936) con fotos de Mayoral.